Aproximadamente el 32% del agua potable en la Región Metropolitana se pierde. Fue parte del balance que entregó la Superintendencia de Servicios Sanitarios ante la comisión de Infraestructura del Consejo Regional Metropolitano de Santiago.
Además, se explicó acerca de la escasa participación de las comunidades locales en la toma de decisiones relacionadas con el suministro de agua potable y alcantarillado, así como, la “ausencia de una norma” que regule los olores que generan las plantas de tratamiento, las que, por causa del desarrollo urbano, cada vez tienen más cerca a los habitantes.
Según lo dado a conocer por las autoridades, “entre un 6 y 8% del consumo de agua potable es para consumo sanitario, mientras que más del 70% se usa en la agricultura”
También el Cambio Climático afecta al suministro de agua potable. Desde el año 2010, la escasez de precipitaciones ha afectado a la zona central del país, la que se ve amenazada, a pesar de la preparación de las empresas que concentran la mayor parte del suministro.
Sin embargo, las autoridades de la SISS aseguraron que las empresas se autorregulan a la hora de manejar la calidad del elemento, y también las pérdidas, que se estiman entre un 30 y un 35% del suministro.
Al respecto, desde la comisión de infraestructura del CORE Metropolitano, el presidente de la instancia, consejero Claudio Bustamante llamó a una Mesa de Trabajo sobre el agua. “Tenemos que juntarnos todos, sin sesgos, y mirar el problema que tiene la región. No puede ser el nivel de perdida, considerando los problemas climáticos y la sequía”.